Todo usuario-generador tiene derecho a producir energía eléctrica a partir de fuentes renovables.

Todo usuario-generador tiene derecho a producir energía eléctrica a partir de fuentes renovables.

Por unanimidad, la Cámara de Senadores de la Nación aprobó el pasado 29 de noviembre la ley que le da a cualquier usuario residencial o comercial la posibilidad de producir por sí mismo la energía que necesita. De esta forma, culminó el camino iniciado en septiembre de este año, momento en que la regulación de generación distribuida de energía destinada al autoconsumo había sido aprobada por la Cámara de Diputados. En este artículo de Tridia repasamos los objetivos que persigue esta normativa y los beneficios que se esperan alcanzar.

La flamante ley, que lleva el título “Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable Integrada a la Red Eléctrica Pública”, establece que todo usuario-generador tiene derecho a producir energía eléctrica a partir de fuentes renovables, en primera instancia para autoconsumo, y con posibilidad posterior de inyectar los excedentes de su producción a la red de distribución. Fue concebida para estimular la generación distribuida de energía y la “letra chica” en cuanto a cómo se operará específicamente se definirá en el decreto de reglamentación, que establecerá los requisitos técnicos y está previsto se publique durante el primer trimestre de 2018.

Esta norma es la última incorporación a la batería de reglamentaciones que se vienen sancionando en los últimos años con el objetivo de establecer reglas de juego claras y competitivas, que permitan impulsar un verdadero cambio en la matriz energética de la Argentina. La meta es que, año a año, la proporción de energía proveniente de fuentes renovables que se inyecta a la red de distribución crezca, reduciendo el uso de combustibles fósiles.

La generación distribuida de energía es la protagonista del nuevo mercado energético

Como hemos tratado en otros artículos, la generación distribuida de energía se ancla en la producción de energía en escalas pequeñas, básicamente para el autoconsumo. La tecnología detrás de esta práctica, que cosecha muchos más puntos de ganancia que negativos, se sustenta principalmente en la microgeneración eólica o solar. Además, significa un cambio de paradigma en el acceso a este recurso básico para la vida. En la nueva realidad, los usuarios dejan de ser meros clientes para pasar al otro lado del mostrador y convertirse en “prosumidores” o usuario-generadores.

Cómo ambos nombres permiten inferir, aparece una nueva figura antes inexistente en la comercialización de la energía, la del usuario que es productor y consumidor al mismo tiempo. Mediante instalación de tecnología que permita la recolección y producción de energía en sus hogares, comercios o fábricas, estos nuevos usuarios ganan de forma personal independencia, seguridad y ahorro concreto en sus facturas de luz y agua.

A nivel global, este cambio cultural en la visión energética se alinea con la corriente de preservación de los recursos naturales, imprescindible para resguardar al medio ambiente de los efectos nocivos de los gases de efecto invernadero. En adición, se logra un considerable ahorro de las pérdidas que se producen durante los procesos de producción y transporte de la mercadería desde las centrales eléctricas hasta los lugares de consumo.

A estas ventajas se suman los incentivos y beneficios previstos por la Ley 27.191 para aquellos usuarios que deciden realizar inversiones en tecnología para la producción de energía. Los prosumidores pueden, en el caso de contar con excedentes de energía producida y no consumida, “venderla” a la red de distribución, tanto mediante el mecanismo de compras conjuntas como participando del mercado a término de energías renovables.

Un punto importante a resaltar con respecto a la nueva ley es que, si bien para los privados la adhesión a este sistema es voluntaria, para la administración pública no lo es: según narra el artículo 7, a partir de la sanción de la ley “todo proyecto de construcción de edificios públicos nacionales deberá contemplar la utilización de algún sistema de generación distribuida de energía proveniente de fuentes renovables, conforme al aprovechamiento que pueda realizarse de la zona donde se ubique”.

Además, se deberá realizar un estudio gradual de los edificios nacionales existentes, para proponer en ellos alternativas para implementar sistemas de eficiencia energética, que incluyan la generación distribuida de energía proveniente de fuentes renovables.

Los colectores de energía solar para calentamiento de agua son una de las soluciones de mayor rendimiento del mercado para la generación distribuida de energía.

¿Qué alternativas tecnológicas para la generación distribuida de energía existen en el mercado?

En mayor grado, la producción micro de energía proveniente de fuentes renovables se da a partir del aprovechamiento de fuentes como el sol y el viento.

Los colectores de energía solar para calentamiento de agua son una de las soluciones de mayor rendimiento del mercado. Su formato está específicamente diseñado para recoger la energía del sol y convertirla en energía térmica para calentar el agua. Otra alternativa, con precios cada vez más accesibles y un uso también en crecimiento, son los paneles solares térmicos basados en el principio heat-pipe y tubo de vacío. Poseen un revolucionario diseño que consigue un rendimiento superior a los colectores de placa plana convencionales, con el valor agregado de prácticamente ninguna pérdida de energía en el proceso, y permitiendo la captación de energía aún en días nublados o a temperaturas bajo cero.

En Tridia vemos que el cambio del paradigma energético ya llegó y por eso trabajamos en el constante estudio de las innovaciones del mercado, para ayudar a nuestros clientes a elegir e implementar las mejores soluciones de eficiencia energética, combinando recursos, tecnología, equipamiento y un equipo de profesionales con amplia experiencia en implementación de proyectos a medida.

Somos especialistas en diagnosticar cómo se consume la energía dentro de las empresas y urbanizaciones, para luego definir métodos de control y optimización, todo esto en una relación de atención personalizada y metodología de trabajo específica para el diseño e implementación de proyectos a medida.

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