calidad de vida y uso de la energía

Según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) de Naciones Unidas, la calidad de vida depende, entre otras cuestiones, de la esperanza promedio de años que se espera que viva una persona en un país determinado. A simple vista, podemos visualizar la multiplicidad de factores que inciden en el bienestar social pero debemos tener en cuenta una cuestión que ha mejorado las condiciones y en la actualidad ha tomado un revés que nos enseña a repensar su uso: la energía. En esta nota, desde Tridia te mostramos cómo podemos mejorar la calidad de vida y el uso de la energía, poniendo la eficiencia energética ante todo.

Las acciones individuales pueden mejorar el desarrollo de la vida del conjunto de personas de la Tierra. El uso eficiente de la energía debe ser una premisa prioritaria a la hora de encarar nuestras actividades diarias, cuidando el planeta para las generaciones venideras. Desde tu lugar, podés sumarte al cambio teniendo en cuenta los siguientes conceptos y consejos.

¿Qué es la calidad de vida y de qué depende?

Para comenzar a vincular la calidad de vida y el uso de la energía, primero debemos tener en consideración que el primer concepto puede ser percibido de manera subjetiva ya que su principal definición es la satisfacción de las necesidades básicas de una persona. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS); esta estándar se basa en “la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas y sus inquietudes”.

Es así como esta noción tan amplia queda influenciada por varios aspectos a tener en cuenta a la hora de querer conocer cómo viven los seres humanos. En este sentido, la salud física, el estado psicológico, los derechos humanos y el tiempo de ocio juegan un papel importante para medir el bienestar social; entre otras cuestiones. Pueden tenerse en cuenta múltiples dimensiones de la calidad de vida, aunque existen ciertos parámetros consensuados que actúan como común denominador para valorar estos niveles. En Tridia, te detallamos los principales:

La dimensión física

En este punto se tiene en cuenta el funcionamiento físico, las actividades de la vida diaria, el tiempo de ocio y otras cuestiones que inciden en los puntos anteriores tales como la alimentación, la vestimenta y asuntos básicos para el desarrollo de la salud.

Bienestar psicológico/emocional

Esta sección considera la percepción del individuo sobre su estado cognitivo, la autosatisfacción con su vida y la ausencia del estrés. Además, se estudian sentimientos como el miedo, la ansiedad o la incertidumbre sobre el futuro.

Relaciones sociales con el entorno

Los vínculos afectivos con la familia, amigos e iguales tocan este punto. Además, se evalúan las interacciones como la redes sociales y las actividades desarrolladas en pos de una intercomunicación con terceros.

Bienestar material

Este punto económico relaciona la calidad de vida con el estado financiero, el trabajo y la vivienda; cuestiones que brindan seguridad al individuo para crecer en otros ámbitos.

Derechos

Aquí se incluyen dos aspectos: los derechos humanos relacionados con el respeto, la dignidad y la igualdad; y los derechos legales conectados con la ciudadanía, el libre acceso y la justicia.

Para realizar un análisis integral de la calidad de vida, la visión propuesta debe abarcar todas y cada una de estas dimensiones aunque, como bien ya mencionamos, este concepto presenta dificultades de medición debido a que la percepción de los individuos puede variar en cada una de estas líneas. A pesar de esto, un indicador que se emplea usualmente para cuantificar este noción es el Índice de Desarrollo Humano, llevado a cabo por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Este tiene en cuenta la esperanza de vida, los niveles educativos y el producto bruto interno (PIB) per cápita de un país.

En esta línea, la calidad de vida y el uso de la energía muestran su principal punto de contacto, ya que si bien ésta última es indispensable para mantener ciertos estándares de vida; en la actualidad su empleo abusivo ha revertido su efecto positivo. El consumo responsable debe tomarse como máxima para desarrollar una vida saludable y amistosa con el medioambiente.

¿Cómo se relaciona la calidad de vida y el uso de la energía?

¿Cómo se relaciona la calidad de vida y el uso de la energía?

De acuerdo a la última consideración que hemos tomado, la esperanza de vida es uno de los factores que pueden afectar al bienestar social. Esta estimación sobre los años que vive una determinada población influyen directamente en el desarrollo de la vida. En esta línea, debemos tener en cuenta que en la actualidad, y con la evolución social del hombre, la utilización de la energía ha mejorado múltiples aspectos diarios. Por ejemplo, la iluminación y calefacción han aumentado los niveles de confort, disminuyendo las enfermedades y generando un impacto directo sobre la esperanza de vida y, por lo tanto, indirectamente en la calidad de la misma.

La forma en cómo se utiliza esta energía afecta las posibilidades de desarrollo de una sociedad en particular. De esta manera, al consumir pocos recursos se están destinando escasos esfuerzos a cubrir las necesidades básicas y, por lo tanto, jamás se alcanzará un estado de desarrollo pleno. Por el contrario, frente a un consumo abusivo de recursos la sociedad deberá realizar un esfuerzo excesivo para cubrir estos costos, dejando de lado el desarrollo perseguido. Entonces, la pregunta que realmente nos convoca es: ¿cómo incrementar la calidad de vida y el uso de la energía sin provocar derroche?

Con el crecimiento de las ciudades, los criterios dominantes han ido cambiando así como las tecnologías empleadas y el impacto de las mismas sobre el ámbito social. En su momento, las zonas urbanas fueron el escenario perfecto para propiciar el nacimiento y posterior crecimiento de la electricidad y, con el desarrollo de esta energía, los niveles de confort aumentaron pero estas medidas alcanzaron un exceso en sí mismas.

En la actualidad, el uso abusivo de recursos energéticos afecta negativamente las condiciones de la sociedad, constantemente afectada por químicos que provocan problemas de salud y nos obligan a vivir en un contexto polucionado. Estos costes del consumo energético perjudican la calidad de vida y el uso de energía, causando un costo social del que nadie queda exento.

Acciones a tomar en cuenta para mejorar la calidad de vida y el uso de la energía

Acciones a tomar en cuenta para mejorar la calidad de vida y el uso de la energía

Cansados de la contaminación, la pregunta que en Tridia nos hacemos es cómo lograr niveles de eficiencia energética al buscar una mejora en la calidad de vida. La capacidad de regeneración de los ecosistemas naturales se ve aplastada por el constante uso de recursos y, frente a esta situación insostenible, sólo podemos responder con conciencia ambiental.

En el mercado, los nuevos desarrolladores se preocupan por encontrar soluciones tecnológicas que consigan un desarrollo energético sustentable y sostenible en el tiempo. Para avanzar en este sentido, todos podemos colaborar con la eficiencia energética y desde Tridia te recomendamos estas acciones para que aportes tu grano de arena:

  • Toma de conciencia con respecto al costo medioambiental y social de la energía: En ésta línea, muchos municipios han implementado alumbrados públicos que adecuan los parámetros lumínicos a cada necesidad, con insumos de elevado rendimiento y fuentes de alta eficacia, con sistemas de control y regulación que permiten una recorte de recursos empleados.
  • Reducción de contaminación en todos sus ámbitos: Este punto incluye la polución originada por combustiones, los derrames de combustibles líquidos y gases que afectan directamente a la atmósfera.  
  • Disminución de energía en el consumo del hogar y de las empresas: Dentro de estas acciones, pueden incluirse el control de la calefacción y del aire acondicionado para aclimatar los espacios cerrados. Otro de los puntos a mencionarse es la implementación de automóviles eléctricos que reducen el consumo de combustible, así como también la utilización de vías alternativas de transporte que no afecten al medioambiente como la bicicleta.
  • Implementación de soluciones tecnológicas que reduzcan el consumo de fuentes no renovables de energía: Aquí puede destacarse el uso de una iluminación sustentable, la implementación colectores de energía solar para el calentamiento del agua y de paneles solares al servicio del medioambiente.

Recordá siempre que las pequeñas acciones pueden generar consecuencias o cambios enormes. Pensá en el efecto mariposa, difundido por el matemático y meteorólogo Edward Lorenz, que se preguntaba si el aleteo de una mariposa en China podría causar un tornado en Texas. Este concepto, que parte de la teoría del caos, nos muestra que pequeños cambios en las condiciones iniciales de una situación pueden provocar grandes diferencias en el resultado final de una acción.

De esta manera, “el débil golpe de las alas de una mariposa puede ser la causa de un huracán a miles de millas de distancia”. Este puede ser un ejemplo clarificador a la hora de hablar de mejorar la calidad de vida y el uso de la energía a través de soluciones tecnológicas. Desde Tridia, te recomendamos tomar el primer paso y seguir estos consejos para colaborar en el bienestar social con bajos costos de recursos.

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