La demanda mundial de energía crecerá un 30% para 2040 y los países buscan ser más competitivos en eficiencia energética. En esta nota, te presentamos cuales son los países que se encuentran en carrera hacia un futuro más sustentable.

Según The 2018 International Energy Efficiency Scorecard, todos los países pueden lograr más eficiencia en energía para cumplir sus objetivos climáticos del Acuerdo de París, pero este año ninguno logro un puntaje perfecto.

En términos generales, Alemania e Italia empataron en el primer lugar con 75.5 puntos, seguido por Francia (73.5) y el Reino Unido (73). España ocupó el primer lugar en esfuerzos relacionados con los edificios, Francia en transporte y Japón lideró en industria.

Estados Unidos pasó del octavo lugar en 2016 al décimo en 2018. La salida del Acuerdo de París y el enfoque de la administración en la producción de energía más que en la eficiencia, sugiere que no tendrán avances a corto plazo.

En los últimos puestos de las clasificaciones se encuentran Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Sudáfrica, con puntajes de 16.5, 18 y 23.5 puntos, respectivamente.

El informe examina las políticas de eficiencia energética y rendimiento de 25 de los principales países consumidores de energía del mundo. Para este análisis, se utilizaron 36 parámetros para evaluar el compromiso de cada país con respecto al ahorro de energía, así como sus políticas de eficiencia y rendimiento en los sectores de la construcción, la industria y el transporte

Latinoamérica

Brasil y México son los países de la región que tienen mejores políticas de eficiencia en energía. En el caso de Brasil, con el impulso de etiquetado de equipos, normas y financiamiento para implementar mejoras y México, a través de inversiones en eficiencia.

En el estudio “Eficiencia Energética en América Latina y el Caribe: Avances y Oportunidades”, realizado por El Banco Interamericano de Desarrollo, se dieron a conocer los principales retos a los que se enfrenta el subcontinente.

Los países avanzados demostraron que una ley clara y líneas de trabajo concretas para cumplir con metas de eficiencia, son parámetros fundamentales.

Contar con equipos adecuados y con una cultura sobre el uso de energía son también elementos determinantes. Si los consumidores utilizan equipos de alta eficiencia, pero lo utilizan de manera irracional, no se obtienen resultados.

En el sector industrial, se podrían aplicar acciones para reducir la energía con la misma producción, o aumentar esta con la misma energía. En el caso del sector residencial, sustituir lámparas incandescentes por LED y cambiar los electrodomésticos de alta demanda energética.

Las políticas que se puedan aplicar en cada país para lograr eficiencia energética a largo plazo pueden ayudar a reducir la dependencia de las importaciones de energía, crear nuevos empleos, reducir la contaminación ambiental y generar un ahorro económico.

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