¿Sabías que aproximadamente el 80% de la información recibida por el ser humano se canaliza a través de sus ojos? Es por esto que la luz juega un rol fundamental en el desarrollo de la vida, no sólo para la mejorar la visión sino para beneficiar áreas del cuerpo. Ahora bien, en los tiempos que corren, cada vez es más difícil buscar un contacto equilibrado con la naturaleza y la vida transcurre en espacios cerrados como oficinas o propiamente en el hogar con sistemas de iluminación artificial. Entonces en Tridia nos preguntamos “¿cómo permanecer en zonas cubiertas y continuar con nuestras actividades sin malgastar recursos energéticos?”
Primero que nada debemos repasar cuestiones básicas para adentrarnos en estos terrenos. Para comenzar, debe tenerse en cuenta que el confort lumínico se logra cuando el ojo humano está en perfectas condiciones para realizar una actividad, ya sea leer en una computadora o practicar una actividad deportiva. A la hora de construir espacios cerrados, diferentes arquitectos han internalizado la importancia de la luz solar para crear ambientes acordes a las necesidades del hombre. Aunque ésta línea es la que siempre se intenta priorizar, también se ha puesto el foco en buscar alternativas que brinden energía artificial sin malgastar recursos.
En este sentido, cualquier zona aislada de luz solar incurre en elevados costes provocados por el consumo desmedido de energía al hacer frente a las altas o bajas temperaturas del exterior y los niveles de luz que se filtran desde fuera. Desde Tridia, te mostraremos la importancia de lograr una iluminación sostenible y sustentable dentro de tu hogar o empresa, priorizando la eficiencia energética.
La importancia de la luz para el cuerpo humano, medida con ratones
Según una publicación de la revista Science Daily, tanto hombres como mujeres deben disminuir el consumo de luz artificial ya que esto se establece como una adicción negativa con efectos que perjudican el cuerpo humano. En esta línea, un estudio realizado por el equipo del Centro Médico de la Universidad holandesa de Leiden, reveló que el exceso de luz artificial puede tener graves implicancias en la salud de las personas.
Para llevar adelante este experimento, se analizó el comportamiento de ratones expuestos a la luz todo el día, durante 24 semanas. Al medir diferentes parámetros de salud de los animales, estudios de la actividad cerebral mostraron una disminución del 70 % en los patrones rítmicos normales del cerebro. En condiciones de luz constante, los roedores se veían gravemente afectados y, es por esto, que desde el Centro se ha recomendado que estas cuestiones se tomen en serio en la vida diaria de las personas mediante hábitos fundamentales como alimentarse bien y hacer ejercicio diario.
Afortunadamente, este daño producido fue rápidamente revertido al exponer nuevamente a los ratones al ciclo de luz-oscuridad; en donde los mismos recuperaron la reducción del músculo esquelético sufrido. Al atravesar por esta situación, los animales entraron en un estado pro-inflamatorio con presencia de diferentes estímulos nocivos que fueron restablecidos tras haber permanecido por dos semanas en el ciclo de luminosidad. Las neuronas de los roedores también recuperaron su ritmo normal y pudo reestablecerse la calidad de vida habitual de los mismos.
Este estudio, permite tomar conciencia del equilibrio que debe encontrarse al exponerse a la luz artificial. Los beneficios de los rayos solares son bien conocidos por todos: desde la vitamina D que aporta calcio a los huesos, hasta el incremento de glóbulos blancos que aumentan las defensas e incluso la mejora en los estados de ánimo cuando uno se expone al sol. Aunque la lista de ventajas es larga, también debe tomarse conciencia del daño al que puede llevarnos permanecer bajo estos rayos por largas horas.
En este sentido, el uso de la iluminación artificial ocupa gran parte de la vida del hombre, tanto en el trabajo como en el hogar en donde se realizan diversas actividades cotidianas. Pero no debemos pecar de ingenuos, la luz solar es sumamente necesaria pero también lo es permanecer en ambientes cerrados haciendo un uso consciente de la energía empleada.
¿Cómo lograr sostenibilidad y eficiencia energética en la iluminación artificial?
Uno de los grandes desafíos de la humanidad es accionar contra el cambio climático, tomar conciencia del daño que generado en el planeta Tierra e intentar revertir esto con una actitud responsable de los recursos que nos brinda la naturaleza. Por esto, un enorme reto es el de la sostenibilidad evitando los residuos contaminantes. En esta línea, el primer pensamiento que viene a la cabeza sería el de consumir menos energía, para lo que debemos replantearnos todos los gastos que se realizan diariamente en esta línea.
Por ejemplo, ¿sabías que en 2013 el consumo de energía eléctrica por hombre era 3104,38 kWh al día, según datos del Banco Mundial? Estas cifras han ido en aumento desde 1971 donde estos equivalían a 1200,59 kWh, es decir, que la humanidad ha más que duplicado el uso en poco más de 40 años. Por estas razones, se debe garantizar el máximo nivel de bienestar y desarrollo de ciudadanos pero cuidando el porvenir de generaciones futuras. Nadie duda de lo indispensable que se ha vuelto el consumo de energía, pero el foco debe estar puesto en mantener estos niveles con menor daño medioambiental.
En este sentido, debemos mencionar que la iluminación artificial constituye el 20% del gasto total de electricidad en países avanzados, generando una gran emisión de carbono que afecta directamente al planeta Tierra. Para mejorar esta situación, desde Tridia recomendamos estas 3 acciones:
- Optimización de recursos materiales en la realización de bienes de uso, aumentando la implementación de recursos reciclables siempre que sea posible.
- Disminución del consumo de energía en todos los ámbitos.Reducción de residuos que tengan un impacto directo sobre la Tierra y la atmósfera.
Tips que te ayudarán a cuidar el medio ambiente con una iluminación artificial responsable
Tras hablar de las cifras del consumo mundial de luz, el objetivo de la sostenibilidad parece escurrirse entre los dedos, pero puede contribuirse a esta causa de forma muy importante desde el sector de la iluminación. En este sentido, la eficiencia energética posee un gran vínculo con la innovación ya que, por ejemplo, podemos contribuir con un ahorro energético del 20% utilizando luminarias más eficaces como reflectores y lámparas de bajo consumo.
En el sector de la iluminación, la eficiencia energética se puede conseguir con acciones como el uso de insumos que optimicen el funcionamiento de difusores, lentes y reflectores para aumentar el rendimiento de las mismas. Esto sin dejar de lado uno de los puntos más importantes: el confort lumínico, tal como hablamos al principio.
Este tipo de soluciones tecnológicas están basadas en proyectos luminotécnicos que realizan las mismas funciones a un costo menor tanto para la economía de la empresa o del hogar, como para el resto del mundo. Además, el foco debe estar puesto en llegar a estos resultados apostando por ejemplo al ecodiseño, es decir, utilizando materiales propios de la naturaleza que tengan un alto grado de reciclabilidad. Muchas veces estas estrategias implican grandes costos de inversión que luego pueden ser amortizados en el mediano y largo plazo.
Otra de las opciones es implementar un sistema de iluminación que mejore el factor de potencia, es decir la cantidad de energía eléctrica que se transforma en trabajo. De esta forma, la innovación de tecnología concentrada en este punto permitirá aumentar la productividad funcional a un coste menor o similar, optimizando el proceso en su totalidad.
Es importante tener en cuenta que en la actualidad, la buena iluminación supera las barreras impuestas por los parámetros estéticos y sus requerimientos de función. Debe hacerse hincapié en la responsabilidad del cuidado hacia el medio ambiente, generando sistemas de iluminación artificial que sean sostenibles y sustentables bajo el mandato de la eficiencia energética. Desde Tridia; te recomendamos tener en cuenta estos consejos a la hora de tomar conciencia sobre el uso de la iluminación artificial, priorizando tu bienestar y el de tu entorno así como también el del medio ambiente.
