Una vez tomada la decisión de diseñar un plan de seguridad integral para monitorear de forma precisa y coordinada todos los aspectos que hacen a la protección de tu empresa, institución o urbanización residencial, deberás pasar a la segunda decisión obligada: ¿cómo realizar el monitoreo de seguridad?

¿Necesito disponer de visualización constante de las operaciones o voy a guardar el material fílmico como evidencia en caso de ser requerido? ¿Conviene implementar un Centro de Operaciones y Monitoreo en las instalaciones mismas o contratar un servicio tercerizado? En esta nota de Tridia te contamos las diferencias de cada alternativa y los aspectos que debes tener en cuenta para elegir la opción correcta y acorde a tu necesidad.

Como introdujimos antes, lo primero que hay que definir es si se requiere contar con un Centro de Operaciones y Monitoreo. Quizá te preguntes, ¿cómo, no es necesario tener un C.O.M? Exactamente. Instalar un Circuito Cerrado de TV, un sistema de alarmas para protección de perímetros o anti incendios, un esquema de control de accesos inteligente, u otros elementos de seguridad no necesariamente implica que debas contar con monitoreo de seguridad permanente. Se puede disponer de equipamiento de control y vigilancia, pero sin estar mirando las locaciones en tiempo real.

Entonces, ¿en qué casos es necesario instalar un centro de monitoreo de seguridad? Continuá leyendo este artículo y aprendé todo lo que necesitás saber para tomar la mejor decisión.

¿Qué aspectos hay que considerar al diseñar e implementar un centro de monitoreo de seguridad?

Un primer factor a tener en cuenta es que implementar un Centro de Operaciones y Monitoreo (ya sea in-house o externo) no se justifica ni es recomendable en todos los casos. Este tipo de bunkers es utilizado, por ejemplo, por entes públicos y empresas que desean proteger sus espacios y controlar lo que está sucediendo, con la premisa de implementar procedimientos de control proactivo, que permita anticiparse a la ocurrencia de los eventos para prevenirlos al mayor grado posible y reaccionar con rapidez cuando suceden.

De igual forma, existen otros tipos de negocios a los que, debido a la criticidad de sus operaciones, les es recomendable tomar una actitud proactiva en lo que respecta al monitoreo de seguridad. Para esos casos, un C.O.M. es la mejor alternativa.

En cambio, si el objetivo principal que lleva a la instalación de un sistema de seguridad es la obtención de imágenes que puedan ser utilizadas como evidencia documental en caso de ocurrir un ilícito, la mejor solución no será gastar dinero en la implementación y mantención de un centro de monitoreo de seguridad, sino definir un buen sistema de guarda y archivo de la información recolectada por las cámaras, mediante el diseño, instalación y mantenimiento de sistemas de protección de datos robusto.

Diferencias entre gestionar la seguridad en locaciones propias o tercerizadas

Lo primero que tenés que tener en cuenta es que un Centro de Operaciones y Monitoreo instalado in-situ versus la contratación de un servicio de monitoreo tercerizado son soluciones completamente diferentes.

Un C.O.M. propio es mucho más que un conjunto de monitores en los que se ven las imágenes captadas por las cámaras de seguridad. Se trata de una estructura con nivel de seguridad máximo, que debe responder a determinadas características edilicias y de infraestructura, como, por ejemplo:

  •         Áreas de acceso restringido
  •         Autorizaciones reguladas por matrices de permisos
  •         Protocolos de actuación basados en buenas prácticas del sector

La elección de cada alternativa responde, como dijimos antes, básicamente a condiciones como la criticidad de cada negocio y a los objetivos de seguridad que se plantean a partir de ésta. En algunos casos, también juegan un papel importante las políticas de confidencialidad y protección de información de las compañías y sus características específicas o los formatos de los procesos de producción, entre otros.

Para  definir cuál es la solución adecuada a las necesidades de tu proyecto, realizá un análisis minucioso y pormenorizado del negocio y definí qué tipo de utilidad requerís para los datos provenientes del sistema de seguridad integral: prevención o evidencia.

¿Tu empresa posee una línea de producción y necesita controlar sistemáticamente cómo se está llevando a cabo el trabajo y si se cumplen las políticas de seguridad?¿Tiene un depósito muy grande con alto riesgo de sufrir robos? ¿Tu barrio cerrado requiere vigilar 24×7 las áreas comunes y perimetrales?

Si tus respuestas a estas preguntas son afirmativas, lo mejor será pensar en instalar un Centro de Operaciones y Gestión de Monitoreo propio y dotarlo de personal especializado en controlar cómo se desarrollan las actividades y en detectar anomalías que requieren actuación.

En cambio, si la necesidad pasa por monitorear las alarmas de los diferentes sistemas y enterarse cuándo sucede un evento indeseable, la mejor opción es contratar un servicio de monitoreo externo, equipado con tecnología de última generación y softwares de gestión que active alertas ante posibles incidentes.

Desde Tridia te recomendamos que lleves adelante este proceso de auditoría acompañado de profesionales expertos en diseño de soluciones de seguridad integral, quienes te ayudarán a invertir de forma eficiente tus recursos.

Los 5 factores claves para el éxito

Planificación

El proceso de planificación del Centro de Operaciones de Monitoreo es el primer paso en el camino al éxito. Al momento de sentarte a diseñar el sistema, ya tendrás a tu mano los objetivos y metas que deseas cumplir y los propósitos que buscas alcanzar. Con ellos en mente, llega el momento de evaluar qué requiere tu negocio, urbanización o institución para implementar una infraestructura electrónica robusta.

¿Qué cantidad de cámaras hay que instalar y de qué tipo deben ser?, ¿en qué lugares  ubicaré las cámaras?, ¿cuánto personal especializado de monitoreo debo contratar?, ¿cómo lo capacito y mantengo motivado?, ¿qué procesos voy a monitorear?, ¿qué sistemas de control por oposición debo considerar para que el sistema sea efectivo?, ¿cómo voy a programar el software de gestión para generar un sistema de alertas útil?

Un preciso análisis de riesgos y una auditoría de la situación te permitirán delinear las respuestas a estos y otros interrogantes pertinentes a tu situación y planificar un C.O.M. adecuado al tipo de operación y movimientos de tu negocio.

Protocolos e instrucciones

Para que el esfuerzo y la inversión den el resultado esperado, lo primero que hay que determinar es qué se va a mirar. De nada sirve llenar el bunker de servidores, monitores, alertas y personal calificado si no sabe qué es lo que se va a buscar. El éxito viene si se combina estratégicamente infraestructura robusta con buenas prácticas del sector.

Los protocolos de actuación son prácticas herramientas de trabajo que ayudan en este sentido. Establecen un conjunto de acciones o procedimientos que guían el ejercicio de la función de vigilancia y monitoreo de seguridad y representan el nivel mínimo de calidad que debe alcanzarse para cumplir con los objetivos previstos.

Por eso, es importante crear un set de reglas de criterio que defina el proceder esperado por parte del personal y unifique el trabajo de todo el equipo. ¿Qué cámaras miro? ¿qué busco? si detecto un hecho sospechoso, ¿qué hago?

Preguntas como estas son las que deben responder las instrucciones de trabajo y tienen que surgir a partir de un análisis profundo de cada caso, dentro de la etapa de planificación del proyecto y evitando la replicación de sistemas ajenos, que suelen caer en el fracaso o en gastos innecesarios la mayoría de las veces.

Entrenamiento del personal

El equipo humano que trabaja dentro del centro de monitoreo de seguridad es una pieza clave en el engranaje. A su vez, es uno de los recursos más costosos dentro del sistema.

Esto hace que la definición de planes de capacitación y entrenamiento para el personal de operación de monitoreo deba ser una prioridad.

Al momento de la puesta en marcha del C.O.M. es cuando se implementa la mayor cantidad de horas de capacitación, pero esto no debe ser todo. Para darle al personal herramientas que les permitan mejorar sus habilidades en el trabajo, el entrenamiento, tanto teórico como práctico, debe ser continuo.

Evaluación y mejora continua

En la misma línea de lo que te sugerimos sobre la capacitación, la política de revisión de los procesos, procedimientos e instructivos de actuación, debe definirse desde el inicio del proyecto. El objetivo de estas prácticas de calidad es asegurar que la organización disponga de información relevante, confiable y actualizada acerca del sistema de seguridad, y le permita tomar decisiones acertadas.

Para permitir que el centro de monitoreo de seguridad cumpla su función y sea útil a los propósitos de cada organización, es importante que ya desde la etapa de planificación se definan los indicadores claves de gestión de la seguridad, los métodos de revisión del sistema que se van a llevar adelante y que se asignen los responsables.

Mantenimiento

En el Centro de Operaciones y Monitoreo es donde las medidas de protección definidas se ejecutan para que los planes de seguridad sean una realidad. Y para que un plan sea útil debe estar funcionando correctamente en el momento que se lo necesite.

Por eso, necesitás contar con un plan de mantenimiento que contemple a todos los componentes del C.O.M. y defina la asistencia necesaria para asegurar un óptimo funcionamiento las 24 horas, los 365 días del año.

Como te contamos, el monitoreo de seguridad es una herramienta totalmente adaptable a cada empresa, urbanización u organización. La clave es diseñar la solución óptima para cada caso de la mano de profesionales experimentados.

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