Rusia celebró por primera vez en la historia un Mundial de fútbol. A continuación, mencionamos algunas de las diferentes iniciativas que se aplicaron en Seguridad, Conectividad y Eficiencia Energética.
CCTV y Vigilancia
El país anfitrión del Mundial 2018 puso a disposición una serie de medidas cuyo objetivo principal fue evitar ataques terroristas e incidentes con las hinchadas. Se sumaron 14.500 miembros de seguridad privada y 16.500 auxiliares para este torneo. Además, se instalaron cinco mil cámaras con reconocimiento facial, las cuales estuvieron desplegadas en la amplia red de subtes, trenes, en los estadios y sus accesos.
Control de accesos
La organización rusa utilizó el sistema de identificación Fan card, una credencial obligatoria e intransferible que almacena y recupera datos de su portador, en tiempo real. Esta identificación, asociada con la tecnología de reconocimiento facial, permitió el control de accesos y facilitó el reconocimiento de aficionados conflictivos, deportados a su país de origen por comportamiento inapropiado.
El sistema piloto de FIFA fué aplicado por primera vez en la Copa Confederaciones 2017 y abre el camino hacia el reconocimiento facial que ya inició Japón para Tokio 2020.
Mejoras en Conectividad
Rusia se esforzó por dejar un precedente tecnológico invirtiendo aproximadamente unos US$ 190 millones.
Entre los servicios disponibles se destacaron la navegación 5G, la transmisión en tiempo real formato 4K y el amplio acceso a Wi-Fi gratuito. Se brindó conexión inalámbrica en transportes públicos, aeropuertos, parques, centros comerciales, hoteles, bibliotecas y centros culturales. En los parques incluso se instalaron puntos de recarga para celulares y paneles solares para generar electricidad.
Inversión en Eficiencia Energética
El gobierno ruso y FIFA trabajaron en conjunto para hacer del torneo el primer mundial de fútbol con una estrategia de Sustentabilidad que contribuya al medio ambiente.
Se aplicó tecnología para el ahorro de agua, la cual permitió que se reduzca el uso de miles de litros durante cada partido. También se ampliaron los espacios verdes, reduciendo en un 70 por ciento la energía que se necesitaba para la operación de los estadios.
Además, el estadio Luzhnikí fue adaptado con iluminación led utilizando estrategias de eficiencia energética y recibió la certificación “The Football Stadiums” por haber superado los requisitos de la normativa internacional verde ‘Breeam’ (Building Research Establishment Environmental Assessment Method), un sistema de evaluación del grado de sostenibilidad ambiental en construcciones nuevas y ya existentes.
Normativa con vista al futuro
A principios de 2016 el Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente junto al Comité Organizador Ruso, elaboró la normativa de certificación RUSO. “The Football Stadiums”.
La certificación hace hincapié en la eficiencia energética y en la compatibilidad de las instalaciones con el medio ambiente. El conjunto de reglas tiene como objetivo lograr una armonización entre los requisitos y los estadios de fútbol, tanto desde el punto de vista de la arquitectura, la construcción, como de la ingeniería y la planificación de las obras.
La construcción de una infraestructura deportiva conforme a esta normativa ecológica no sólo ayuda a reducir el impacto sobre el medio ambiente sino que, además, determina nuevos hábitos para un futuro más sustentable.